Una lástima

Sé que es un tema delicado, que sería más fácil simplemente no involucrarse, no opinar y evitar así cualquier tipo de discusión al respecto. En el próximo mes de octubre se estará decidiendo en Oslo a quien otorgarle el "Premio Nobel de la Paz", y hay un gran lobby para que esa distinción le sea otorgada a la organización Abuelas de Plaza de Mayo. En primer término debo declarar que si finalmente el premio se lo dan a las Abuelas será desde mi punto de vista un premio bien otorgado. El tema, y por eso el título de la nota, es que se use un lucha justa de años por recuperar la identidad y reclamar justicia como botín político por parte del gobierno de turno.

Nadie puede ignorar el uso político que hace CFK de las Madres y Abuelas, no hay acto donde Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto no estén en primera fila; y sin importar de que se trate el acto CFK no deja de mencionarlas, queriendo de esa manera sacar rédito personal de la lucha por los derechos humanos que representan las Madres y Abuelas. Más allá de la discusión de que hicieron o no los K por los derechos humanos durante la dictadura. El tema es que se quiere tomar la lucha de Madres y Abuelas como propias, se quiere hacer uso político de una lucha justa. Y si el Nobel de la Paz se lo dan a las Abuelas, no tengan dudas que el gobierno tomará el premio como si fuera propio, intentará sacar el mayor rédito personal de un premio del cual el gobierno en realidad no tiene ningún mérito, ni ahora ni cuando eran gobierno en Santa Cruz.

Es una lástima que un premio que debería estar completamente libre de especulaciones, al final esté teñido por la política. Hubiera sido mucho más consensuado y feliz para los argentinos que las Abuelas reciban ese premio sin temor a las interpretaciones políticas de quienes quieran beneficiarse con semejante distinción. Que las Madres y/o las Abuelas merecen el premio no hay dudas; que la Presidenta de Madres, Hebe de Bonafini, lo merezca, definitivamente no; que lo merezca Estela de Carlotto por Abuelas, no lo sé, es discutible, personalemente creo que tiene los merecimientos suficientes. Lo que no es discutible, desde mi humilde punto de vista, es que todas las madres, abuelas, tías y demás familiares y amigos que desde hace tantos años luchan por recuperar la identidad de sus seres queridos, bregando por justicia y juicio a represores; la lucha de esas Madres y Abuelas merecen el premio Nobel.

¿Porque no pueden recibir el Nobel de la Paz las Madres de Plaza de Mayo?. Primero debemos diferenciar, las Madres tienen dos corrientes; están las Madres y las Madres (línea fundadora). La corriente presidida por Hebe de Bonafini definitivamente no califica para un premio de la Paz por varios motivos. El abogado y apoderado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, es una persona que junto a su hermano asesinó en forma violenta y sangrienta a sus padres en el año 1981, y ambos fueron condenados a cadena perpetua. Esta bien, fue liberado por algún medio y tiene derecho a rehacer su vida; pero no deja de ser extraño que el apoderado y abogado de una asociación de defensa de derechos humanos sea alguien que mató salvajemente a sus propios padres. Pero no solo eso tiene de extraño Schoklender en un organismo de defensa de derechos humanos, el pasado 12 de mayo de 2010 se conoció el resultado de un análisis de ADN (por acción judicial) que daba como resultado una probabilidad superior al 99,9%, y así, tras 11 años tuvo que reconocer su paternidad sobre una niña nacida en 1998 y a la que nunca le pasó la cuota alimentaria. Este asesino y padre ausente es el apoderado de un organismo de defensa de derechos humanos.

Pero este no es el único motivo que descalifica a la asociación presidida por Hebe de Bonafini. Esta asociación al igual que Abuelas recibe subsidios millonarios de parte del Estado kirchnerista. Los subsidios en sí no es tan criticable, sí tal vez los montos, los momentos de otorgamiento y el uso que se les dá. Lamentablemente hoy la asociación presidida por Hebe de Bonafini parece más una empresa vinculada al gobierno que recibe subsidios de dudosa aplicación y obras públicas de viviendas; lejos de la finalidad que le dio origen.

Pero claro, tal vez lo que más la descalifica es su presidenta, Hebe de Bonafini, que estando al frente de un organismo de derechos humanos exprese tanto odio y resentimiento, que se alegre por las muertes inocentes de atentados terroristas, y que viviendo en un estado de derecho bajo una democracia imperfecta haga arengas destituyentes hacia los poderes del Estado.

Estela de Carlotto también se presta al juego del gobierno, subsidios mediante. Más allá de los subsidios, se deberían mantener los principios, no se puede torcer los principios por cuestiones económicas y no se puede mezclar cuestiones de Estado con cuestiones de gobierno. Si tiene derecho ella a pensar como se le dé la gana, de apoyar a CFK, pero no se puede mezclar sus gustos políticos con la asociación que preside. Entiendo que al recibir subsidios estatales ella sienta, o tenga la obligación, de asistir a los actos de gobierno, pero lo que no debe olvidar Estela es que su presencia, gestos y dichos representa a la Asociación Abuelas y no a un individuo.

Desde este blog apoyamos la nominación de Abuelas de Plaza de Mayo al premio Nobel de la Paz, deseando que no se haga uso político del mismo y recordando los ideales originales, los de Azucena Villaflor, Alicia de De la Cuadra, Estela de Carlotto, y de todas las demás madres y abuelas.