Cualquiera que opine, aunque sea un poquito distinto a lo que opina Néstor Kirchner, es inmediatamente acusado de golpista, destituyente o traidor. Son los jinetes del apocalipsis los que salen a acusar, son los D'Elía, Moreno, Aníbal Fernandez, Carlos Kunkel, Capitanich, Pérsico, Moyano, cuando no es el mismísimo aladid de la redistribución de la riqueza Néstor K el que acusa de traidores o destituyentes, pronosticando que si no se vota al arcángel o a su bellísima mujer se pudre todo.
Escuché a Mariano Grondona presagiando que el gobierno K no duraría hasta el final de su mandato (gracias TV Registrada), pero eso es solo la opinión de un imbécil. Tan imbécil como cuando Pérsico dijo que si pierden las elecciones de junio se tenían que ir del gobierno, o tan imbécil como los dichos de Nacha Guevara (de vacaciones en la Polinesia). Pero la verdad es que la gobernabilidad no está en juego, no estuvo antes ni estará luego de las elecciones, aunque pierdan por paliza. Como tampoco la estuvo con el conflicto agropecuario.
Lo que tal vez sí esté en juego es la calidad de las instituciones, calidad tan cuestionada por estos días. En ese sentido, y si uno quiere volver a creer en la independencia de los poderes y la calidad de las instituciones democráticas, tal vez lo que mejor puede hacer es votar por la oposición. No es un pedido, cada cual hace lo que quiere. Lo que sucede es que si con la actual distribución del poder las instituciones están tan cuestionadas y manipuladas, no me quiero imaginar lo que sería si lograran aún mayor injerencia sobre ellas.
Que Néstor K esté rodeado de olfas chupamedias que con tal de satisfacer al patrón salen al ruedo a decir cualquier gansada es grave. Que el mismo Néstor K diga cualquier barbaridad siendo el marido de la Presidente, es aún más grave, mucho más grave; roza el delirio, la locura. Pero que la mismísima Presidente diga que "el 28 de junio está en juego la estabilidad democrática..." es temerario, una declaración desafortunada viniendo de quien viene, pierde de vista su objetivo que es gobernar el país para todos los argentinos por igual. Se equivoca la Señora Presidente al hacer este tipo de declaraciones de campaña. Creo que debería pedir disculpas a la sociedad por sus dichos o en su defecto, que denuncie ante la Justicia porqué dice que "la estabilidad democrática está en juego". Si no hace ninguna de las dos cosas, no denuncia ni pide disculpas, entonces creo tener derecho de pensar que entró en un cuasi estado de delirio al igual que su marido; y creo que en ese caso la oposición o la propia Justicia deberían reclamarle a la Presidente que aclare sus dichos ante la misma Justicia.
La inflación que se quiere disimular con el INDEC, la apropiación de los fondos de los jubilados de las AFJP utilizados discrecionalmente, que los medicamentos en Argentina cuesten 5 o 6 veces más que en España, el avance del dengue, la inseguridad, y tantas otras cosas no son culpa de que en Argentina haya partidos de oposición, tampoco son culpa de factores externos. No le voy a hechar la culpa de todos nuestro males tampoco al gobierno, pero definitivamente son los primeros responsables, para eso están en el gobierno desde hace 6 años.
Hace seis años que son gobierno, hace más de 20 que lo son en la Provincia de Buenos Aires. Provincia que sufre de inseguridad, mala educación, asentamientos precarios, un sistema de salud colapsado. A quién echarle las culpas de este estado de abandono. ¿A la oposición, a los jueces?
Hay en este país golpistas, destituyentes, gorilas, no hay duda de ello. Mariano Grondona puede ser uno, sin dudas, el otro puede ser Néstor K. ¿Cual cree usted puede ser más peligroso para la estabilidad democrática?
Señora, Señor votante; le suplico que en estas próximas elecciones no se deje influenciar por la locura de un hombre, no se deje ganar por el miedo y vote tranquilo, vote por lo que usted quiere, vote por convicción; no vote por miedo ni vote al mal menor, vote al que usted considera la mejor opción.
Situación hipotética: supongamos que los destinos de una Nación los determina una mente enferma y desquiciada que su único interés es acumular poder personal para seguir reinando con su locura aquella Nación. Supongamos que esa mente desequilibrada siente que su cuota de poder se ve en peligro porque sencillamente los ciudadanos de aquella Nación, cansados de tanto odio y maltrato, quieren votar libremente por un cambio. Ante esta situación, esta pobre persona enferma de poder, reacciona atacando y maldiciendo a cualquiera que le quiera discutir algún espacio de poder. Pero supongamos que en su reacción desesperada por no perder el control absoluto de la Nación llega a poner en riesgo la estabilidad democrática de su propio gobierno feudal. Y en esta reacción desesperada se le ocurra fomentar por ejemplo situaciones de saqueamiento de supermercados, o enfrentamientos sociales. Todo una situación hipotética que no tiene porqué suceder, pero que en un estado de locura podría.
La calidad institucional se logra cuando los gobernantes y funcionarios cumplen con sus tareas. Cuando los jueces se dedican a juzgar con total independencia del poder político o cualquier otro poder. Cuando los Intendentes y Gobernadores dejan de cumplir con un estado central caja dependiente y se dedican a gobernar para los ciudadanos y no para sus jefes políticos. Cuando la policía se dedica a cuidar y defender al ciudadano de bien y no a cuidar y defender sus "negocios". Cuando los sindicalistas defienden a los trabajadores y no hablen bien o mal del gobierno según "la platita" que le pusieron.
La única verdad es la voz del pueblo. Por eso la estabilidad del gobierno está asegurada, porque nos guste o no, la hayamos votado o no, a la Presidente la bancamos entre todos. Y porque la única verdad es la voz del pueblo, cuando nos toque votar, votemos por lo que queremos, no nos dejemos influenciar por nadie ni por nada.
1 comentario:
Excelente.
Para defender la democracia nada mejor que más democracia y esto es más pluralismo.
Para defenderla votemos a conciencia, sin miedos, sin dejarnos persuadir por locuras pre eleccionarias, siempre en los meses previos salen a decir cualquier verdura, sobretodo quienes se sienten perdedores, por que si no, que necesidad tienen de hacerlo.
Veamos el día a día nuestro, como estamos, como quisiéramos estar, que tenemos, que nos falta, que nos pasó en los últimos años como país, que queremos que cambie, que no, y veamos quien de los candidatos ofrecidos nos parece que medianamente puede llevar a cabo lo que queremos.
No vamos a descubrir ningún mesias entre las opciones, pero tratemos de hacer un esfuerzo para ver cual es mejor.
Saludos,
Guillermo de Pacheco
Publicar un comentario