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Tengo para contarles un episodio sobre una dama cercana a nosotros, los vecinos de Tigre, pero aún no lo voy a hacer. Quiero chequear un poco más la cosa antes de contarles. Mientras tanto, leyendo las noticias en 168 horas, leo sobre un episodio sucedido con otra dama, cercana a todos los Argentinos, nuestra Presidente.

Parece que nuestra gobernante estaba en una acto en Casa Rosada, hablándo desde su púlpito, diciendo lo que quería decir, y como siempre ha sido con los Kirchner, sin aceptar que ningún periodista se le ocurra hacerle una pregunta. Ellos no pueden responder preguntas abiertamente, solo se les puede preguntar lo acordado previamente, porque no tiene porqué darles explicaciones a nadie, nadie les puede re-preguntar, ellos son los Supremos, no tienen porqué responderle a quienes nos representa a nosotros, los ciudadanos comunes.

Y parece que algún periodista desubicado, cansado de la situación descripta arriba, no aguntó y se le saltó la chaveta. Se levantó y dijo: "¡Treinta por ciento de aumento me vino en la cuota de la escuela de mis hijos", advirtió el cronista desde el fondo del salón levantando la voz, antes de que fuera desalojado por personal de seguridad.

Claro, nuestra gobernante reaccionó y opinó: "Cuando nosotros vemos este tipo de actitudes que revelan cierto grado de crispación o de agresión en quienes deben informar a toda la ciudadanía y dar ejemplos de tolerancia y de acceso a la información para todos, nos preocupa", señaló la Presidenta.

Extraña paradoja, cuando esta misma Señora y sus subordinados son los que acusan a la gente del campo de golpistas, oligarcas. Que tienen como embajadores de la tolerancia y las buenas formas a los Moyano, D'Elía y Guillermo Moreno. Que quieren ponerle un cepo a la prensa mediante un observatorio. Que nos dan acceso a la información tan confiable como el Indec. Que se pelea con la iglesia, el campo, los empresarios, la prensa. Agresión es lo que recibieron de parte de D'Elía los que estaban en la plaza, agresión es lo que reciben los del campo cuando se los acusa de todos los males del país, agresión es la que reciben los empresarios, industriales y demás sectores productivos cada vez que deben acordar con Guillermo Moreno, agresión es la que recibimos todos los Argentinos cuando mes a mes desde el INDEC se nos miente sistemáticamente.

¿A quién le puede molestar que un periodista le haga una observación o pregunta a nuestros gobernantes?

Puntos de vista, paradojas de la extraña Argentina.

http://168horas.com.ar/080508/080508_21.htm